Desde la niñez han existido grandes sueños, sueños que al pasar el tiempo se han cristalizado. Unos de ellos fueron la primera travesía (Funza – Santa Marta), y la segunda (Santiago de Chile – Colombia), las cuales sin duda alguna se constituyeron en un gran reto.
Hoy las expectativas van más allá, tal vez un proyecto demasiado ambicioso para unos e “imposible” para otros. Sin embargo, mi mente ha construido una travesía mucho más riesgosa pero enriquecedora, pues he comprobado que los “imposibles” sólo están precisamente allí donde se fabrican, en nuestra mente.
La travesía “Por los héroes de Colombia y estudiantes del Colegio Santa Ana y juventud funzana”, tiene dos objetivos: el primero, es recorrer 9 países, iniciando desde Estados Unidos (Florida), México, Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia, rindiendo un homenaje a los soldados de Tierra, Mar, Aire, Río y Policía Nacional.
El recorrido comienza a partir de Mayo de 2016, por carreteras y caminos secundarios, lugares desérticos, selváticos, páramos, altas montañas y zonas costeras.
La oportunidad de recorrer caminos desconocidos, descubrir la profunda riqueza de otros territorios, conocer la diversidad cultural es sin lugar a dudas una de las grandes motivaciones.
Pero lo que más me obsesiona, es reafirmar mi compromiso con la patria, mostrando en todos los lugares mi respeto y admiración por todos los Soldados de Colombia, a los hombres y héroes que están dispuestos a dar su vida por un país mejor.
El segundo objetivo, es demostrar a todos mis estudiantes del Colegio Santa Ana de Funza y juventud de mi municipio, el potencial que poseo como deportista, como ser humano y la incalculable riqueza de la cual somos poseedores todos los seres humanos.
Riqueza que en algunos casos desperdiciamos por sujetarnos a paradigmas falsos de felicidad: la tenencia material, el vivir el momento desconociendo las consecuencias que ello puede acarrear, las drogas, la rumba, el sexo, la música, la falsa teoría de que la belleza exterior es lo que cuenta y en general la pérdida de valores.
En consecuencia olvidamos lo maravillosa que puede ser la vida, la salud, la familia, la fé en Dios, la incalculable satisfacción personal que brinda el alcanzar las metas y por supuesto para mí, el deporte.
Es por tanto un llamado a la reflexión sobre cómo estamos llevando nuestras vidas, ya que la mayor parte de los jóvenes dedica su tiempo a la apropiación de estilos de vida influenciados por modelos que van en detrimento de la condición humana; sin tener en cuenta que nuestro potencial está en la juventud y si la aprovechamos en forma adecuada, cumpliremos todos las metas que nos propongamos.
También quiero realizar un proyecto transversal, en donde pueda involucrar todas las áreas que manejamos en nuestro plan de estudios y poder dictar la mejor de las clases que pudieran recibir mis estudiantes en forma virtual, orientada a su proyecto de vida y a su formación como los mejores Ciudadanos, comprometidos con el desarrollo y el cambio hacia la excelencia de nuestra sociedad.
Realizar la travesía en bicicleta y en solitario, no solo implica estar bien física y mentalmente, sino aprovechar al máximo todos los sentidos para poder percibir las maravillas que nos ha dado Dios y que muchas veces dejamos a un lado por las cosas materiales.
Este será un proyecto, pero sobre todo un ejemplo de vida para toda la juventud y generaciones venideras que ven en cada paso un obstáculo, sin descubrir que detrás de ellos hay miles de posibilidades de creer que los sueños si se pueden convertir en realidad.
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